LOS TEXTOS PERIODÍSTICOS
Todo periódico es una publicación regular
que constituye una unidad de comunicación compleja. Su contenido,
distribución, espacios, y el tratamiento de los temas variará según sea
de ámbito local, regional o nacional. Pero todo periódico busca
conseguir informar, formar y entretener. Al objetivo de información
responden los subgéneros llamados de información, y al objetivo de
formación los llamados subgéneros de opinión. No obstante, en ambos
casos, podemos extrapolar las técnicas y fórmulas empleadas al objetivo
del entretenimiento aplicadas a temas de interés social –espectáculos,
deportes, sociedad, prensa rosa, etc.-.
Hemos de tener en cuenta que los
periódicos, y los medios de comunicación de masas en general –pensemos
en las cadenas de televisión y también en la radio-, son empresas
privadas que suelen tener una línea de interés comercial e ideológico,
por lo que el contenido será enfocado hacia la polarización de hechos y
opiniones que sean coincidentes con la línea que los financia y que
suele ser conocida y buscada por el lector. De cualquier forma hay
ciertas prácticas de buen uso periodístico que invariablemente deberían
ser respetadas, en especial la que se refiere a que toda información
vertida en un medio tiene que ser fiable, de primera mano y contrastada;
además es deseable que la exposición sea objetiva y concisa. Esto no
siempre se respeta y se sacrifica con frecuencia a una rapidez cada vez
más vertiginosa por las nuevas tecnologías al uso.
En el periódico, la portada actúa a modo
de índice. En ella se destacan las noticias y los contenidos más
relevantes del día con llamadas a las páginas interiores en las que el
lector puede encontrar la información desarrollada. Las páginas se
organizan en secciones que variarán en extensión y número en función de
la línea de interés propia de cada periódico –información local,
regional, nacional, financiera, deportes, etc.-. Así, un periódico local
como Diario Córdoba dedica más extensión a las noticias
locales y provinciales que a las de carácter nacional o internacional.
No obstante, en todo periódico podemos encontrar dos grandes bloques
entre sus artículos que corresponden a los llamados subgéneros
periodísticos; entre ellos suelen distinguirse los informativos, los de
opinión y los llamados “mixtos” como veremos a continuación:
LOS TEXTOS INFORMATIVOS
Son los que contienen información sobre
sucesos recientes. Suelen organizar la información de forma
característica, lo que se ha dado en llamar “pirámide” invertida. Lo más
destacado aparece en titular, entradilla y primer párrafo.
Posteriormente se va desarrollando la información secundaria en párrafos
sucesivos, en el cuerpo de la noticia. Esto permite adaptar los
artículos a la extensión necesaria, acortarlos o alargarlos, en función
de las necesidades concretas de extensión en la edición del día. Para
facilitar la lectura rápida y la selección de contenidos, se recurre a
procedimientos extralingüísticos: el titular suele ser breve y destacado
en letra negrita con un mayor tamaño; la entradilla puede aparecer en
negrita o en letra cursiva o inclinada de un tamaño algo superior o
similar al cuerpo, en ella encontramos desarrollado el titular en sus
claves más precisas; y por último, el cuerpo de la noticia ya en letra
recta y tamaño estándar en la página. Entre los textos informativos
podemos encontrar:
LA NOTICIA:Informa
sobre hechos muy recientes, sigue la regla de las tres “ces”: concisa,
clara y correcta. Se considera noticia el hecho que resulta reseñable
por su interés social debido al suceso en sí –un incendio, por ejemplo-,
pero también por el sujeto –un juez procesado, por ejemplo- o las
circunstancias –boda en el mar, por ejemplo-. Una de las claves para ser
un buen periodista es, precisamente, tener la intuición necesaria para
saber distinguir aquello que puede despertar mayor interés para sus
lectores entre la multitud de acontecimientos que se producen en una
jornada. El periodista desaparece de la información, de ahí el estilo
impersonal y la objetividad como principios.
EL REPORTAJE: Se
diferencia de la noticia en tres aspectos fundamentales: en primer lugar
por el distanciamiento: el reportaje se ocupa de sucesos de interés,
pero no necesariamente inmediatos en el tiempo –por ejemplo, seguimiento
de la evolución de las víctimas del aceite de colza después de 25
años-. En segundo lugar, su extensión es superior, lo que da entrada a
cierta dosis de enfoque subjetivo por parte del reportero. Y, en tercer
lugar, por el contacto directo del periodista con la noticia: al no
tener el condicionante de la inmediatez, permite el desplazamiento sobre
el campo de trabajo e investigar de primera mano, lo que da entrada a
entrevistas e impresiones personales. En cuanto a la estructura formal,
aunque sigue en líneas generales la vista para la noticia, es más
extensa y, por tanto, no tan rígida en la exposición –puede incorporar
descripciones con enfoque subjetivo o entrevistas, por ejemplo- .
LA ENTREVISTA: En
este caso, se utiliza el diálogo en estilo directo como modo de
expresión. El periodista realiza una pregunta e inmediatamente aparece
la respuesta del entrevistado entre comillas para reseñar la literalidad
de las intervenciones. El interés de la entrevista dependerá del
personaje seleccionado y de la relevancia de las preguntas planteadas
por el periodista. A veces, se insertan comentarios con las impresiones
personales del entrevistador o se realiza, a modo de presentación, un
perfil del entrevistado –“La Contra” de La Vanguardia, por ejemplo-.
LOS TEXTOS MIXTOS
Son aquellos que combinan característia de los textos informativos y de opinión. Entre ellos cabe mencionar:
LA CRÓNICA: Se
realiza sobre acontecimientos que han mantenido su interés en el tiempo
desde un cierto distanciamiento que permite una reflexión mejor
informada donde se consideran los antecedentes que han dado lugar a los
hechos y sus posibles repercusiones. En definitiva, un análisis
en el que no sólo se busca saber qué ocurrió –la noticia- sino por qué
sucedió y que consecuencias son previsibles. Quien lo realiza suele ser
un periodista a quien se ha encargado el trabajo que necesariamente pasa
por “interpretar” los hechos y valorarlos, de ahí que se considere un
género híbrido. Como en los textos de opinión, el periodista firma su
crónica.
LA NOTICIA-COMENTARIO:
Por último, conviene también hablar de la noticia-comentario cada vez
más empleada. El formato de la noticia limita mucho las posibilidades
del periodista que debe ceñirse a exponer lo sucedido de forma
impersonal y concisa. De ahí que, cada vez con más frecuencia, aparezcan
párrafos valorativos en los que se expresa una interpretación personal
de los hechos narrados dando cabida a un estilo personal que no tiene la
noticia. También, en este caso, el autor firma su escrito pero, a
diferencia de la crónica, la información no tiene por qué ser de primera
mano, suele ser indirecta.
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